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tecnología LIDAR

Científicos descubren una sorprendente comunidad agrícola de hace 1,000 años gracias al LIDAR

Un equipo de científicos de Dartmouth descubrió recientemente un asentamiento agrícola de hace 1,000 años a lo largo del río Menominee, en Michigan, gracias a la tecnología LIDAR. Su estudio abarcó 330 acres de bosque en la Península Superior y se cree que esto apenas representa solo el 40 % del sitio total. Este hallazgo desafía suposiciones de larga data sobre la escala y sofisticación de la agricultura indígena precolonial en América del Norte. Aquí te contamos todo lo que debes saber.

Una agricultura ancestral a una escala inesperada

El asentamiento, ubicado en un sitio conocido como Anaem Omot en la Península Superior de Michigan, reveló una extensa red de surcos agrícolas y estructuras que estuvieron ocultas bajo un denso bosque. El análisis por radiocarbono confirmó actividad humana continua en el área durante más de 600 años. Según el equipo, nada en la literatura arqueológica previa sugería la existencia de sistemas agrícolas tan grandes o con un nivel de organización comunal tan avanzado. “La escala de este sistema agrícola es diez veces mayor de lo que se había estimado anteriormente”, señaló la investigadora principal Madeleine McLeester.

La tecnología LIDAR revela lo invisible

A petición de las autoridades tribales Menominee, el equipo de Dartmouth utilizó esta tecnología para estudiar el sitio de Anaem Omot, que había sido examinado de manera intermitente desde la década de 1950, pero nunca con LIDAR. A diferencia de las excavaciones tradicionales que buscan artefactos bajo tierra, el LIDAR escanea desde el aire mediante pulsos láser que atraviesan el dosel del bosque, revelando estructuras y topografía ocultas.

Jesse Casana, autor principal del estudio y profesor de antropología, destacó las ventajas del LIDAR montado en drones frente a los estudios aéreos convencionales, señalando que ofrece mucho más detalle al volar más bajo y más cerca de la superficie. “La resolución de los datos suele ser demasiado baja para detectar muchas características arqueológicas”, explicó Casana. “El LIDAR con drones nos permite recolectar el mismo tipo de datos, pero con una resolución mucho más alta”. Describió el LIDAR como una herramienta poderosa para la arqueología en regiones boscosas, donde la densa vegetación ha ocultado durante mucho tiempo sitios clave. Casana también señaló que los datos anteriores (capturados desde aeronaves a gran altura) carecían de la resolución necesaria para detectar detalles finos. El enfoque con drones superó esta limitación y permitió hacer el descubrimiento.

¿Cómo marcó la diferencia el LIDAR?

LIDAR (Light Detection and Ranging) utiliza pulsos láser para escanear y mapear el terreno, incluso bajo densas copas de árboles. A diferencia de las imágenes tradicionales, que no pueden penetrar la vegetación, el LIDAR montado en drones genera mapas topográficos de alta resolución que revelan características arqueológicas sutiles que de otro modo pasarían desapercibidas.

Esta tecnología permitió a los investigadores descubrir mucho más que tierras agrícolas antiguas. Los escaneos revelaron un anillo ceremonial circular, restos de lo que podría haber sido un puesto comercial de la época colonial y dos campamentos madereros del siglo XIX. Los surcos agrícolas, organizados en patrones tipo colcha sin una alineación clara con elementos naturales, sugieren un sistema agrícola descentralizado, probablemente dividido entre agricultores individuales. El LIDAR también identificó montículos funerarios (algunos de los cuales se creían destruidos) ofreciendo una visión más profunda de las capas culturales e históricas del lugar.

Este descubrimiento revolucionario no habría sido posible sin el LIDAR. Su capacidad de “ver a través” de los bosques ha abierto nuevas fronteras en la arqueología, especialmente en áreas que antes eran inaccesibles o pasaban desapercibidas. A medida que más investigadores adoptan el LIDAR, el potencial para revelar historias ocultas —como la de la comunidad agrícola ancestral Menominee— no deja de crecer.

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